La historia está llena de naciones pequeñas que nacen y mueren, de naciones muy poco conocidas que existen desde tiempos remotos, de naciones artificiales que sobreviven precariamente hasta que desaparecen. En definitiva, en la historia y en la actualidad podemos encontrar casos peculiares que responden a las anteriores premisas y a otras de naturaleza parecida.
Quería en este post hablar de un Estado cuya existencia ha sido poco conocida, posiblemente porque su existencia era un artificio mostrado en arreglo político para en realidad buscar una salida a un problema étnico. Estoy hablando del Territorio Libre de Trieste.
Trieste fue una Ciudad-Estado entre 1947 y 1954 situada en Europa central entre el norte de Italia y el territorio que ocupaba la antigua Yugoslavia. El territorio abarcaba la ciudad portuaria de Trieste (Zona A) y una pequeña porción de la península de Istria (Zona B).
Durante siglos Trieste formó parte del Imperio austriaco y posteriormente del Imperio austro-húngaro. El censo realizado por los austriacos en 1910 desglosaba a su población lingüísticamente resultando de ello que más del 60 % de su población era de origen italiano y en torno al 30 % eran eslovenos.
En 1921 Italia, una de las potencias vencedoras en la Primera Guerra Mundial, se anexionó Trieste e Istria, territorios perdidos por Austria tras su derrota en la guerra. Durante el periodo del gobierno fascista italiano la población eslovena fue discriminada y surgieron episodios de violencia contra ellos. Asimismo, algunos eslovenos de Trieste e Istria se organizaron para realizar acciones terroristas en los años 20 y 30. Este clima provocó la salida de muchos eslovenos de Trieste hacia Yugoslavia y también de italianos hacia Italia.
En 1943 el régimen fascista italiano se derrumbó frente a los Aliados en la Segunda Guerra Mundial y Trieste fue ocupado por los alemanes. El 1 de mayo de 1945 fue liberado por el ejército yugoslavo, y un día después llegaron tropas británicas. Los yugoslavos se marcharon al mes siguiente cumpliendo un acuerdo con los Aliados.
En febrero de 1947 se estableció el Territorio Libre de Trieste, que se dividió en dos zonas. La Zona A (Trieste) quedó administrada por los británicos y estadounidenses, y la Zona B (noroeste de Istria) que quedó bajo administración del ejército yugoslavo. El territorio nunca funcionó como un verdadero Estado independiente, aunque su condición oficial fue respetada. De hecho Trieste editó sus propias monedas y sellos de correos.
Sin pretenderlo los Aliados parecía que se reeditaba la política de pequeños Estados en Italia tan presente en tiempos pretéritos, aunque en esta ocasión las condiciones jurídicas y la forma de Estado eran muy diferentes. Se ponía un parche en un problema que tarde o temprano debería de solucionarse, como así fue.
En 1954 se llegó a un acuerdo entre las potencias administradoras de Trieste e Italia por el que el país transalpino se hizo con la administración provisional de la Zona A y Yugoslavia de la Zona B. Quedaba así resuelto el problema de Trieste de la manera más lógica. Se consumaba la pérdida de Italia del territorio en su totalidad y quedaba para ella una parte, la más importante eso sí, la de la ciudad de Trieste.
Lo curioso es que Trieste de jure siguió existiendo como Estado, en realidad un Estado fantasma, hasta su disolución formal en 1977 tras el Tratado de Osimo en el que se dividió definitivamente el territorio entre Italia y Yugoslavia de manera oficial.
Imágenes: bandera y lugares de Trieste.
Realmente, muy interesante. Nunca había oído sobre Trieste, y lo tenemos casi aquí al lado. Me has sorprendido y me has dejado un buen sabor de boca. Mis conocimientos se han actualizado gracias a este post. Muchas gracias.
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