En 1685 murió el rey Carlos II de Inglaterra y Escocia de la Casa Estuardo sin que tuviera descendientes legítimos. Le sucedió su hermano Jacobo II (rey 1685-1688) quien pronto demostró su política en favor de los católicos, lo que provocó la indignación de la mayoría protestante inglesa. En junio de 1688 la tensión religiosa llegó a su culmen cuando la reina María de Módena-que era católica- dio a luz a un varón llamado Jacobo Francisco Eduardo, quien se convertía por derecho de sangre en heredero a los tronos de Inglaterra y Escocia.
Nobles protestantes temerosos de la implantación de una monarquía católica en Inglaterra se pusieron en contacto con el yerno de Jacobo, Guillermo de Orange, casado con su hija María quien era hija de Jacobo y de su primera esposa Ana Hyde, para que se hiciera con el poder. La intención de los protestantes era que fuera la hija de Jacobo II, quien había sido educada en el protestantismo, y no su hijo Jacobo quien se hiciera con el trono. En noviembre Guillermo llegó a Inglaterra provocando la deserción de los oficiales protestantes del ejército inglés. El 10 de diciembre la reina María huyó con el príncipe Jacobo a Francia, un día después el rey hizo lo propio. Comenzaba así el reinado conjunto de María II Estuardo con su primo el Estatúder de los Países Bajos Guillermo III de Orange. María murió en 1694 y Guillermo en 1707 sin que dejaran descendencia.
A la muerte Guillermo III le sucedió su cuñada Ana I Estuardo quien falleció también sin descendencia en 1714. Ana I fue el último monarca Estuardo en reinar en Inglaterra y Escocia siendo sucedida por el príncipe protestante más cercano por derecho de sangre, Jorge de Hannover, ya que en tiempos de Guillermo y María se excluyeron en adelante a los príncipes católicos de la sucesión a la Corona.
La expulsión del trono de Jacobo II y las disposiciones legales de sucesión establecidas bajo el reinado de Guillermo III y María II dejaba sin posibilidad de sucesión en el trono a los descendientes de Jacobo II habidos del matrimonio con la reina María de Módena. Quedaban, en consecuencia, sin el trono la descendencia legítima de Jacobo II y María de Módena empezando por Jacobo Francisco Eduardo “Jacobo III”, quien intentó recuperar el trono escocés perdido por su padre sin tener éxito. A su muerte en 1766 le sucedió en sus derechos dinásticos su hijo Carlos Eduardo “Carlos III”, quien también intentó una restauración de los Estuardo en el trono sin conseguirlo al ser derrotado por Jorge II.
Cuando Carlos Eduardo murió en 1788 sin descendencia los derechos dinásticos pasaron a su hermano menor Enrique Benedicto (Enrique IX para sus seguidores) Cardenal y duque de York, último representante dinástico de la Casa Estuardo. Ya en aquel año de 1788 se sabía que cuando falleciera Enrique se extinguiría una de las dinastías más importantes de la historia moderna de Europa, y es que su condición de miembro de la Iglesia Romana impedía que pudiera tener descendencia legítima.
Enrique Benedicto representó en toda su esencia el espíritu católico de los Estuardo por su dedicación a los menesteres religiosos. Nació en Roma en 1725 donde se encontraba residiendo su familia. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento por el Papa Benedicto XIII, por quien se le puso su segundo nombre. Se ordenó sacerdote en la juventud y se convirtió en Cardenal en 1743, para esos años su hermano mayor Carlos Eduardo, que nació en 1720, ya había tenido experiencias en la guerra. Siendo su hermano el heredero de los derechos dinásticos no estaba destinado para él el legado real, pero el matrimonio de Carlos Eduardo con Luisa de Stolberg no dejó descendencia, posiblemente la intolerante actitud de Carlos con Luisa, los deseos de vivir de ella y el consecuente distanciamiento de ambos pudieron tener algo que ver con esa circunstancia. Las vidas de los dos hermanos fueron bastante diferentes, Carlos probó ser un cobarde, caprichoso y egoísta, que pasó los últimos años de su vida como un anciano enfermo destruido por la bebida; Enrique un hombre de la Iglesia alejado de escándalos.
Enrique vivió sus últimos años en la localidad italiana de Frascati, cerca de Roma donde recibió como huésped a su primo segundo Carlos Manuel de Saboya, quien habiendo enviudado en 1802 y sin tener descendencia renunció al poder en Cerdeña en favor de su hermano menor Víctor Manuel I. Enrique murió en 1807 pasando los derechos dinásticos a su primo Carlos Manuel de Saboya por ser el varón de mayor edad descendiente del rey inglés Carlos I, padre de Jacobo II. Carlos Manuel nunca reclamó sus derechos al trono británico.
Con la muerte de “Enrique IX” se extinguía la representación de la Casa Estuardo pasando con el tiempo los derechos reales de la misma por varias dinastías europeas hasta nuestros días, si bien desde la muerte del último representante Estuardo ningún sucesor en esos derechos al trono británico ha reclamado el título de rey del Reino Unido.
Parece increíble que una de las dinastías más importantes de la Europa moderna desapareciera, pero si se piensa en que el nombre de la Casa lo transmitían sólo los varones, en la alta mortandad de los partos de la época situación que los Estuardo padecieron de manera crónica, además de una imposibilidad de procrear en algunas de las reinas puede explicarse esa situación. La descendencia de los Estuardo por vía masculina, sin embargo, ha llegado hasta nuestros días, ya que aunque la descendencia legítima se extinguió con “Enrique IX” no ocurrió así con la ilegítima. Carlos II que no tuvo ningún hijo legítimo tuvo 14 ilegítimos, y 6 su hermano Jacobo II.
CURIOSIDADES DE LA HISTORIA
-La duquesa de Alba, Cayetana Fitzjames-Stuart, desciende de un hijo ilegítimo de Jacobo II, Jacobo Fitzjames.
-La princesa Lady Diana descendía de dos hijos naturales de Carlos II Estuardo.
-Carlos Manuel de Saboya firmaba sus documentos oficiales con más de treinta títulos nobiliarios aunque, como se ha dicho más arriba, jamás reclamó el trono británico.
Antonio, te echo de menos.
ResponderEliminarEspero que tu ausencia se deba a que estas haciendo muchas cosas que te apasionen. Asi que regresa pronto.
Un beso.
Empiezas a preocuparme, sabes?...
ResponderEliminarDeseo que todo este bien, un besito.