sábado, 3 de noviembre de 2012

Los inicios del Shogunato Tokugawa


Los que tenemos cierta vinculación académica con la historia en España podría decirse, esa es al menos mi impresión,  que hemos pecado siempre de relativo poco interés con esas otras historias de esos otros países que por su situación geográfica nos quedan más bien alejados, y que por su escasa influencia política con Occidente se han mantenido en un claro papel irrelevante en la formación académica de nuestro país. Me refiero a todo aquello que aconteció en países como China, Australia, Vietnam, Indonesia, Nueva Zelanda, o Japón.

Para romper una lanza en favor de esas otras historias quiero traer en esta actualización de blog el tema del shogunato en Japón institución que en aquel país, como no podría ser de otra manera, tiene un lógico interés histórico y cultural, porque Japón en su esencia, y como pocas naciones en el Mundo, es ante todo y sobre todo un referente histórico para la propia ciudadanía nipona.

A Japón lo tenemos muy presente cada vez que vemos una película de la II Guerra Mundial que se desarrolla en el Pacífico, pero cuando dejamos aparte ese trance histórico desgraciado la historia japonesa se desvanece en la conciencia colectiva de la mayoría de occidentales. Es por eso que tratar el tema del shogunato en Japón tiene un componente claramente estimulante para éste que escribe, y puestos a elegir el periodo a tratar qué mejor que hablar sobre los inicios del shogunato más relevante y conocido: el Shogunato Tokugawa.

El shogunato era el gobierno militar y político en el Japón que funcionó desde finales del siglo XII hasta 1868 con la llegada de la Restauración Meijí. A la cabeza del shogunato estaba el shogun, general en jefe de las fuerzas armadas de Japón quien poseía el poder militar y político del país, mientras a la figura del Emperador se le reservaba el poder espiritual y religioso. Existieron tres shogunatos en la historia japonesa: Kamakura, Ashikaga, y Tokugawa.

Desde mediados del siglo XVI venía sucediéndose en Japón una guerra civil entre diferentes clanes feudales que era reflejo de la decadencia del Shogunato Ashikaga. Por aquel entonces nació Tokugawa Ieyasu (1543) hijo de un señor feudal o daimyo de escasa relevancia. Por su origen nada parecía presagiar que para finales de siglo se convertiría en el segundo daimyo más importante del país después de Toyotomi Hideyoshi. Éste último se había convertido en el daimyo más fuerte del Japón después de la batalla de Shizugatake (1583).

Hideyoshi dejó de heredero a su hijo Hideyori, menor de edad, disponiendo el llamado Consejo de los Cinco Regentes para administrar Japón durante la minoría de edad del nuevo gobernante. En ese consejo la figura más relevante era el propio Ieyasu, quien ante la inestable situación de traspaso de poder, y tras la batalla de Sekigahara (1600) librada frente a sus clanes enemigos agrupados en el llamado bloque occidental, se hizo con el poder. Iesayu consolidaría su poder tres años después cuando el Emperador Go-Yozei le concedió el titulo de comandante en jefe de las fuerzas armadas de Japón. Comenzaba así el periodo de dominio del clan Tokugawa, que se extendería por más de dos siglos.

Ieyasu ejerció oficialmente como shogun solamente durante dos años entre 1603 a 1605 cuando abdicó en su hijo Tokugawa Hidetada (shogun, 1605-1623). No obstante Ieyasu siguió ejerciendo de manera efectiva el poder hasta su muerte. En esta decisión parecía pesar el hecho de querer estar al margen de los ceremoniales del poder, así es como se convirtió en lo que en Japón se llamaba shogun enclaustrado. Ese supuesto carácter reservado y cerrado de Ieyasu se trasladó también a su visión política de cara al exterior basada en un aislacionismo  que pondría en marcha a los pocos años de su llegada al poder.

Ieyasu ejerció su poder desde el que fue su centro político, la ciudad de Edo (antiguo nombre de Tokio). Desde 1606 empezó a practicar su política aislacionista prefiriendo no tener vínculos con las potencias occidentales, en especial con España y Portugal por sus vínculos religiosos con el Catolicismo. Sin embargo si permitió un mínimo contacto comercial con los holandeses. En 1606 Ieyasu autorizó los primeros decretos anti-cristianos, en 1610 expulsó a todos los misioneros españoles y portugueses y finalmente en 1614 proclamó el Edicto de Expulsión de Cristianos, donde prohíbe toda actividad cristiana en el país, con el fin de asegurar una estabilidad política y religiosa.

Entre 1614 y 1615 dirigió el Sitio de Osaka donde samuráis descontentos encabezados por Hideyori, joven al que Ieyasu había arrebatado el poder en 1600, se habían hecho fuertes en el Castillo de Osaka. Después de un año Ieyasu y su hijo Hidetada consiguieron derrotar y asesinar a todos los rebeldes incluyendo a Hideyori, su madre y su hijo. A pesar de que Hideyori estaba casado con Senhime, nieta favorita de Ieyasu e hija de Hidetada,  sólo ésta fue perdonada.

Un año después del Sitio de Osaka Ieyasu falleció, momento a partir del cual Hidetada asumió todo el poder del shogunato, fortaleciendo su posición al casar a su hija Kazuko con el Emperador Go-Mizuno, relación de la cual nacería la futura Emperatriz Meisho.

La política aislacionista continuaría en el tiempo y sería el nieto de Ieyasu, Tokugawa Iemetsu (shogun, 1623-1651), quien proclamó oficialmente el aislamiento de Japón del resto del Mundo, no dejando la salida de naves japonesas y permitiendo sólo y de manera restringida el comercio con los holandeses, ya que ellos querían sólo comerciar y no promover el cristianismo.

CURIOSIDADES DE LA HISTORIA

.- De acuerdo a la onomástica japonesa el apellido precede al nombre, de ahí Tokugawa Ieyasu donde Tokugawa es el apellido y Ieyasu el nombre.

.- Tokugawa Tsunayoshi (shogun, 1680-1709), bisnieto de Ieyasu, quien sufría un cierto retraso mental, tuvo una obsesión con el cuidado de los perros, ya que su año de nacimiento coincidía con el año del perro; promulgó edictos que protegían a los perros vagabundos y desaseados sobre las ciudades. En 1695 la cantidad de perros era tan grande que el olor en Edo era insoportable; esto hizo que las personas comenzaran a matarlos. Finalmente, se decidió trasladar 50.000 perros a una gran perrera localizada en los suburbios y que serían alimentados con arroz y pescado a costa de elevados impuestos sobre los ciudadanos. Por estas acciones Tsunayoshi fue apodado como Shogun Perro.

.- Tokugawa Ienari (shogun, 1786-1837) tuvo 55 hijos con 40 consortes. Su periodo de gobierno fue el más largo entre los shogun Tokugawa.

Antonio Díaz.

Bibliografía

Kondo, Agustín Y. Japón: Evolución histórica de un pueblo (hasta 1650). Ed. Nerea. Edición 1999.

Hall, J. W. El imperio japonés. Historia Universal Siglo XXI, Madrid, 1993 (1ª edición, Fráncfort del Meno, 1968)

Collcut; Jansen; Kumakura. Japón. El imperio del sol naciente. Atlas Culturales del Mundo, Ediciones Folio, Barcelona, 1995

Mikiso, H. Breve historia de Japón. Alianza Editorial, Madrid, 2003 (1ª edición, 2000)

 

 

 
 

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