Los que
tenemos cierta vinculación académica con la historia en España podría decirse,
esa es al menos mi impresión, que hemos
pecado siempre de relativo poco interés con esas otras historias de esos otros
países que por su situación geográfica nos quedan más bien alejados, y que por
su escasa influencia política con Occidente se han mantenido en un claro papel
irrelevante en la formación académica de nuestro país. Me refiero a todo
aquello que aconteció en países como China, Australia, Vietnam, Indonesia, Nueva
Zelanda, o Japón.
Para romper
una lanza en favor de esas otras historias quiero traer en esta actualización
de blog el tema del shogunato en Japón institución que en aquel país, como no
podría ser de otra manera, tiene un lógico interés histórico y cultural, porque
Japón en su esencia, y como pocas naciones en el Mundo, es ante todo y sobre
todo un referente histórico para la propia ciudadanía nipona.
A Japón lo
tenemos muy presente cada vez que vemos una película de la II Guerra Mundial
que se desarrolla en el Pacífico, pero cuando dejamos aparte ese trance
histórico desgraciado la historia japonesa se desvanece en la conciencia
colectiva de la mayoría de occidentales. Es por eso que tratar el tema del
shogunato en Japón tiene un componente claramente estimulante para éste que
escribe, y puestos a elegir el periodo a tratar qué mejor que hablar sobre los
inicios del shogunato más relevante y conocido: el Shogunato Tokugawa.
El shogunato
era el gobierno militar y político en el Japón que funcionó desde finales del
siglo XII hasta 1868 con la llegada de la Restauración Meijí. A la cabeza del
shogunato estaba el shogun, general
en jefe de las fuerzas armadas de Japón quien poseía el poder militar y
político del país, mientras a la figura del Emperador se le reservaba el poder
espiritual y religioso. Existieron tres shogunatos en la historia japonesa:
Kamakura, Ashikaga, y Tokugawa.
Desde
mediados del siglo XVI venía sucediéndose en Japón una guerra civil entre
diferentes clanes feudales que era reflejo de la decadencia del Shogunato
Ashikaga. Por aquel entonces nació Tokugawa Ieyasu (1543) hijo de un señor
feudal o daimyo de escasa relevancia.
Por su origen nada parecía presagiar que para finales de siglo se convertiría
en el segundo daimyo más importante
del país después de Toyotomi Hideyoshi. Éste último se había convertido en el daimyo más fuerte del Japón después de
la batalla de Shizugatake (1583).
Hideyoshi
dejó de heredero a su hijo Hideyori, menor de edad, disponiendo el llamado
Consejo de los Cinco Regentes para administrar Japón durante la minoría de edad
del nuevo gobernante. En ese consejo la figura más relevante era el propio
Ieyasu, quien ante la inestable situación de traspaso de poder, y tras la
batalla de Sekigahara (1600) librada frente a sus clanes enemigos agrupados en
el llamado bloque occidental, se hizo con el poder. Iesayu consolidaría su
poder tres años después cuando el Emperador Go-Yozei le concedió el titulo de
comandante en jefe de las fuerzas armadas de Japón. Comenzaba así el periodo de
dominio del clan Tokugawa, que se extendería por más de dos siglos.
Ieyasu
ejerció oficialmente como shogun
solamente durante dos años entre 1603 a 1605 cuando abdicó en su hijo Tokugawa
Hidetada (shogun, 1605-1623). No
obstante Ieyasu siguió ejerciendo de manera efectiva el poder hasta su muerte.
En esta decisión parecía pesar el hecho de querer estar al margen de los
ceremoniales del poder, así es como se convirtió en lo que en Japón se llamaba
shogun enclaustrado. Ese supuesto carácter reservado y cerrado de Ieyasu se
trasladó también a su visión política de cara al exterior basada en un
aislacionismo que pondría en marcha a
los pocos años de su llegada al poder.
Ieyasu
ejerció su poder desde el que fue su centro político, la ciudad de Edo (antiguo
nombre de Tokio). Desde 1606 empezó a practicar su política aislacionista
prefiriendo no tener vínculos con las potencias occidentales, en especial con
España y Portugal por sus vínculos religiosos con el Catolicismo. Sin embargo
si permitió un mínimo contacto comercial con los holandeses. En 1606 Ieyasu autorizó los primeros decretos anti-cristianos, en 1610
expulsó a todos los misioneros españoles y portugueses y finalmente en 1614
proclamó el Edicto de Expulsión de Cristianos, donde prohíbe toda actividad
cristiana en el país, con el fin de asegurar una estabilidad política y
religiosa.
Entre 1614 y 1615 dirigió el Sitio de Osaka donde
samuráis descontentos encabezados por Hideyori, joven al que Ieyasu había arrebatado
el poder en 1600, se habían hecho fuertes en el Castillo de Osaka. Después de
un año Ieyasu y su hijo Hidetada consiguieron derrotar y asesinar a todos los
rebeldes incluyendo a Hideyori, su madre y su hijo. A pesar de que Hideyori
estaba casado con Senhime, nieta favorita de Ieyasu e hija de Hidetada, sólo ésta fue perdonada.
Un año después del Sitio de Osaka Ieyasu falleció,
momento a partir del cual Hidetada asumió todo el poder del shogunato, fortaleciendo
su posición al casar a su hija Kazuko con el Emperador Go-Mizuno, relación de
la cual nacería la futura Emperatriz Meisho.
La política aislacionista continuaría en el tiempo y
sería el nieto de Ieyasu, Tokugawa Iemetsu (shogun,
1623-1651), quien proclamó oficialmente el aislamiento de Japón del resto del
Mundo, no dejando la salida de naves japonesas y permitiendo sólo y de manera
restringida el comercio con los holandeses, ya que ellos querían sólo comerciar
y no promover el cristianismo.
CURIOSIDADES DE LA HISTORIA
.- De acuerdo a la onomástica japonesa el apellido
precede al nombre, de ahí Tokugawa Ieyasu donde Tokugawa es el apellido y
Ieyasu el nombre.
.- Tokugawa Tsunayoshi (shogun,
1680-1709), bisnieto de Ieyasu, quien sufría un cierto retraso mental, tuvo una
obsesión con el cuidado de los perros, ya que su año de nacimiento coincidía
con el año del perro; promulgó edictos que protegían a los perros vagabundos y
desaseados sobre las ciudades. En 1695 la cantidad de perros era tan grande que
el olor en Edo era insoportable; esto hizo que las personas comenzaran a
matarlos. Finalmente, se decidió trasladar 50.000 perros a una gran perrera
localizada en los suburbios y que serían alimentados con arroz y pescado a
costa de elevados impuestos sobre los ciudadanos. Por estas acciones Tsunayoshi
fue apodado como Shogun Perro.
.- Tokugawa Ienari (shogun,
1786-1837) tuvo 55 hijos con 40 consortes. Su periodo de gobierno fue el más
largo entre los shogun Tokugawa.
Antonio Díaz.
Bibliografía
Kondo, Agustín Y. Japón: Evolución histórica de un
pueblo (hasta 1650). Ed. Nerea. Edición 1999.
Hall, J. W. El imperio japonés. Historia
Universal Siglo XXI, Madrid, 1993 (1ª edición, Fráncfort del Meno, 1968)
Collcut; Jansen; Kumakura. Japón. El imperio del
sol naciente. Atlas Culturales del Mundo, Ediciones Folio,
Barcelona, 1995
Mikiso, H. Breve historia de Japón. Alianza
Editorial, Madrid, 2003 (1ª edición, 2000)
No hay comentarios:
Publicar un comentario