domingo, 17 de octubre de 2010

Odesa


En mi primer post de septiembre anunciaba que ese mes lo iba a dedicar a la historia de Suecia, en él Rafa me hacia la propuesta mediante su comentario de dedicar un post a Odesa. En un principio tuve una ligera duda sobre si se refería a Odesa ciudad o a Odessa supuesta organización pro-nazi creada en 1946. Las dudas pronto desaparecieron pensando claramente que se refería a la ciudad ucraniana de Odesa. Este post es respuesta a esa petición esperando que sea del agrado de los que leen mi blog, y en especial de Rafa quien fue el precursor de la idea.
He de reconocer que no estaba muy ducho en conocimientos sobre Odesa y que me he tenido que poner manos a la obra para poder crear un post acorde con lo que se espera de este blog que, dejando aparte si es mucho o poco, lo cierto es que seguro que existe un mínimo de “exigencia”.
Odesa es de esas grandes urbes del mundo no ya por su tamaño (nada desdeñable) sino por lo que representa comercial y culturalmente, siendo de las ciudades menos “soviéticas” de la antigua URSS, una ciudad crisol histórico de culturas influida por el occidente europeo desde sus inicios modernos como ciudad.

Enclavada dentro de la República de Ucrania es la ciudad más comercial de la misma siendo puerto del Mar Negro. El poeta Alexander Pushkin dijo de ella en el siglo XIX que era “la más europea de las ciudades rusas”. El estilo arquitectónico de Odesa, influido por el francés y el italiano, otorga un aire mediterráneo a la ciudad por lo que en muchas ocasiones es denominada la Perla del Mar Negro. En esa circunstancia mucho tiene que ver la importante inmigración que Odesa tuvo en sus comienzos allá por principios del siglo XIX de europeos occidentales y el origen de su fundador, un español llamado José de Ribas.

En la región de Odesa estuvieron presentes un importante número de culturas e imperios: griegos, romanos, godos, mongoles, otomanos y finalmente el imperio ruso. La fundación de la ciudad tiene en 1794 su fecha oficial, mediante decreto de la zarina Catalina la Grande a propuesta del conde español José de Ribas se daba paso a la creación de la ciudad. El español había arrebatado a los turcos otomanos el fuerte llamado Yení Dunyá (Khadsivey) en 1792 propiciando el nacimiento de esta gran ciudad. El nombre elegido fue Odessos por la antigua colonia griega de la zona, pero en 1795 la zarina decidió cambiar el género del nombre a femenino pasando a denominarse Odessa.

La historia de su fundador José de Ribas es una de esas historias de aventuras que entran seguramente en la calificación de romántica. El español nació en Nápoles donde su padre un catalán de Barcelona fue enviado a trabajar como cónsul de España. Allí José de Ribas conoció a un espía ruso enviado por la zarina para capturar a una dama que decía ser nieta del zar Pedro I el Grande. José, que ya a los 20 años era oficial del ejército napolitano, colaboró en la captura de la posiblemente impostora dama y decidió aceptar la oferta de los rusos para formar parte de su ejército donde llegó a desempeñar importantes cargos. Se le atribuyó incluso ser el padre de un hijo ilegitimo de la zarina.

Los primeros pobladores de la naciente Odesa fueron cosacos aunque en un pequeño número. Para fomentar el asentamiento de nuevos pobladores de Ribas declaró que todos los que se asentaran en la ciudad no pagarían impuestos y se les daría tierras para la construcción de sus viviendas. En 1799 Odesa ya contaba con más de 4.500 habitantes. Desde los años 20 del siglo XIX la cuidad se convirtió en una Meca para artistas, científicos y otros intelectuales y lugar de veraneo de la nobleza rusa y polaca.

En 1854 la ciudad se vio involucrada en la Guerra de Crimea que enfrentó a rusos contra turcos, franceses e ingleses. La resistencia de los ciudadanos evitó un desembarco de fuerzas francesas e inglesas.

En 1905, en el contexto de la revolución de ese año en buena parte de Rusia, en Odesa se produjo el conocido motín del acorazado Potemkim en el puerto de la ciudad. El suceso fue llevado al cine en la película “El acorazado Potemkim” (1925), en la que se realizó una de las escenas más famosas del cine en donde cientos de civiles son asesinados en una escalera de piedra. La matanza no ocurrió en realidad pero durante mucho tiempo los escalones de Odesa fueron objeto de visita por parte de los turistas, convirtiéndose en un símbolo de la ciudad. Muchas personas creyeron que esa matanza ocurrió realmente, pero la película que está basada en hechos reales introdujo elementos ficticios en su metraje.

La película dirigida por Eisenstein fue polémica por su contenido revolucionario y su violencia en tiempos en los que el cine iba por otros derroteros, incluso hubo escenas que fueron eliminadas por la censura en algunos países. La secuencia más famosa de la película es aquella en la que una mujer es alcanzada por los disparos en la escalera y el carrito de bebé que llevaba rueda sólo por los escalones, una escena ésta homenajeada en alguna de sus películas por importantes directores como Coppola y Brian de Palma.

Con la Revolución bolchevique de 1917 Odesa se convirtió en capital de la República Soviética Socialista de Besarabia, pero unos meses después es ocupada por tropas austriacas y alemanas y en 1920 es recuperada por los comunistas e incluida en la República Socialista Soviética de Ucrania.

En el verano-otoño de 1941 se produjo en Odesa el hecho más relevante de su historia reciente con la conocida Batalla de Odesa. La batalla fue librada por tropas soviéticas en defensa de su territorio frente al ejército rumano ayudado por los alemanes. El objetivo de Rumanía, aliada de Alemania, o más bien el de su dictador Antonescu era recuperar territorio perdido frente a la URSS en el año anterior (Besarabia y Bucovina). La batalla se enmarcó dentro la operación Barbarroja para la invasión alemana de la URSS.

En contra de lo que se preveía por parte de los rumanos y alemanes la ocupación de Odesa necesito de cuatro ofensivas y más de dos meses para poner fin a la resistencia de las tropas soviéticas y los ciudadanos de Odesa. Por esa tenaz resistencia la ciudad fue declarada Ciudad Heroica en 1945, un año después de ser recuperada por los soviéticos.

En 1991 Ucrania se independizó de la URSS y Odesa dejó de ser ucraniana y soviética para ser solamente cuidad ucraniana, aunque paradójicamente el idioma que más se habla es el ruso, mucho más que el ucraniano que es el idioma oficial.

La ciudad tiene actualmente más de 1 millón de habitantes y en ella se ha querido guardar un meritorio recuerdo a su fundador José de Ribas. Una estatua al noble español y el nombre de una calle llamada Deribasovskaya (la principal arteria de la ciudad) son testimonio del aprecio histórico de los ciudadanos de Odesa hacia el español aventurero. Aunque se quiso cambiar el nombre de la calle por parte de las autoridades soviéticas en los años 20 y 30, en 1941 por deseo de los ciudadanos de Odesa volvió a su nombre original.

Curiosamente en la calle Deribasovskaya existe un famoso mercadillo dedicado a la venta de mercancías falsificadas que hace poco honor al origen del nombre de la calle precisamente por lo irrepetible y original de un personaje como el español en la historia de Rusia.

lunes, 4 de octubre de 2010

Sofia y el noble sueco

A pesar del título este post nada tiene que ver con la serie temática que dediqué en septiembre a la historia de Suecia. Lo que hoy trato es una historia de amor, una verdadera historia de amor entre una princesa y un noble sueco. Ellos era Sofía Dorotea de Brunswick-Luneburgo, más conocida como Sofía de Celle, y el conde sueco Felipe de Köenisgmarck. Lejos de querer caer en los chismes de la historia planteo el conocimiento de una historia difícil para sus protagonistas, que nos hace reflexionar sobre lo imposible del amor en ciertas ocasiones y en determinados momentos.

La historia se desarrolla en Alemania a finales del siglo XVII, cuando Alemania como Estado aun no existía, en concreto en Hannover que era en aquel tiempo un territorio integrante del Sacro Imperio Romano-Germánico. Sofía era la sobrina del soberano de Hannover, el príncipe-elector Ernesto Augusto. En 1682 se concertó el matrimonio entre Sofía y su primo Jorge Luis, el hijo del príncipe soberano de Hannover. Era un matrimonio claramente de Estado y por razones de Estado, como lo eran prácticamente todos los de nobles en aquella época. Pero este matrimonio iba a ir por derroteros diferentes a la mayoría, ya que Sofía poseía un corazón de naturaleza rebelde.

Jorge Luis de Hannover nació en la primavera de 1660 siendo hijo de Ernesto Augusto príncipe de Hannover y de Sofía de Wittelsbach, princesa del Palatinado. Como primogénito de Ernesto Augusto le correspondía heredar el trono de su padre, como de hecho ocurrió cuando éste murió en 1698. Por ser hijo de Sofía del palatinado estaba emparentado con la familia real inglesa de los Estuardo (su madre era nieta del rey inglés Jacobo I). Al morir Ana Estuardo reina de Gran Bretaña en 1714 sin descendencia Jorge se convirtió en rey inglés (Jorge I) por ser el príncipe de religión protestante más cercano en parentesco a la reina Ana.

El matrimonio entre Jorge y Sofía fue tremendamente desgraciado y un enorme fracaso. Jorge prefirió la compañía de su amante Ermengarda Melusina. Sofía por su parte tenía gran interés por el conde sueco Felipe de Köenisgmarck del que se enamoró perdidamente. Todo podría haberse ocultado por parte de Sofía, ese tipo de situación se había dado en casos similares en muchas ocasiones. Pero la princesa de corazón rebelde actuó guiada por un corazón el suyo incapaz de aceptar su designio real con Jorge y la renuncia a Felipe. Los rumores de una posible fuga de los amantes hicieron que la corte de Hannover se viera amenazada y ordenara a los amantes desistir de sus planes.

Jorge se convirtió a partir de esta amenaza en autor intelectual del asesinato de Felipe, que en efecto se cometió en el verano de 1694, siendo su cuerpo arrojado a un río. El asesinato parece que fue cometido por cuatro cortesanos de Jorge. En 1694 el matrimonio de Jorge y Sofía fue disuelto, no bajo los cargos de adulterio por parte de alguno de los dos sino bajo la acusación de que Sofía había abandonado a Jorge.

Sofía fue encarcelada en el Castillo de Ahlden en su ciudad natal de Celle, con el consentimiento de su propio padre. Para su desgracia no se le permitió tener contacto con sus hijos y con su padre el resto de sus días, y tampoco se le permitió casarse de nuevo. Murió en 1726, un año antes que Jorge, después de 26 años de reclusión.

Del matrimonio de Sofía con Jorge nacieron dos hijos, Jorge Augusto y Sofía Dorotea. Jorge (1683-1760) se convertiría con el tiempo en Jorge II, rey de Gran Bretaña y elector de Hannover al suceder a su padre. Jorge Augusto nunca perdonó a su padre que le apartara de su madre, por lo que las relaciones entre ambos fueron muy difíciles, algo común entre los soberanos de la Casa Hannover.

La historia de Felipe y Sofía es una de tantas historias de amor imposibles que a lo largo de la historia han acontecido a príncipes y reyes, a princesas y a reinas, que por su condición pública tuvieron que renunciar al amor por razones de Estado. A mi es una de las situaciones personales que más me han interesado de la historia por toda la desgracia que trajo para sus protagonistas. Evidentemente situaciones de amor imposible las han vivido muchas personas que nada tienen que ver con la realeza, si bien por fortuna pocas son tan trágicas como ésta. Qué duda cabe que por unos u otros motivos hay muchas personas que por amor han visto como perdían su alma en el camino, y eso si son historias con mayúsculas, historias desconocidas por ser sus protagonistas comunes mortales, y muy presentes en el día a día del corazón de muchos y muchas.
En el próximo post prometo menos “sentimentalismo histórico”.


CURIOSIDADES DE LA HISTORIA

-La reina Ana Estuardo tuvo cerca de 20 partos y dos abortos. La mayoría de sus hijos nacieron muertos. Sólo su hijo Guillermo Enrique llegó a vivir su infancia, muriendo a los 11 años. La Casa Estuardo dejaría así de reinar en Gran Bretaña al no dejar descendencia Ana, dando paso a los Hannover. La actual reina Isabel II es descendiente de Jorge I, primer rey Hannover de Gran Bretaña.

-Uno de los asesinos de Felipe de Köenisgmarck afirmó que para cometer el crimen le pagaron 100 veces el sueldo anual del ministro mejor pagado de cualquier corte europea de la época.

-Jorge I tuvo con su amante Ermengarda Melusina tres hijas: Ana, Melusina, y Margarita.

-En 1752, bajo el reinado de Jorge II, el 1 de enero se convirtió oficialmente en el día de Año Nuevo, sustituyendo al 25 de marzo.