domingo, 25 de marzo de 2012

El príncipe valiente



No han sido multitud los príncipes de sangre real que han
destacado por su valentía y compromiso con los súbditos de su reino a lo largo
de la historia. Así es como resulta que cuando se habla de un príncipe
añadiendo la adjetivación valiente inmediatamente pensamos en la historieta El
Príncipe Valiente creada en 1937 por Harold Foster ambientada en la época del
Rey Arturo y sus caballeros de la Tabla redonda, y que ha llegado a nuestros días publicada en
varios periódicos estadounidenses.

Y es que en efecto, los príncipes reales por lo general y teniendo en cuenta que fueron al fin y al cabo humanos y por tanto débiles y fuertes, generosos, pero también vengativos, egoístas y traidores, no dejaron un buen concepto de sus obras en la mayoría de los casos, bien mientras fueron príncipes, bien y sobretodo mientras reinaron. Y hete aquí que a lo largo del
tiempo son infinidad los ejemplos de esto.

Pero en ese ánimo mio de encontrar aquello que no resulta claro y evidente al conocimiento me he puesto a localizar un príncipe valiente que existiera en la realidad, y evidentemente en época pretérita anterior al siglo XX. Y lógicamente no es el único, pero si es digno de tal calificación
más que por ser valiente -que lo era- por ser generoso que en su condición era también
toda una valentía, y lo he encontrado en el Príncipe Real francés Fernando
Felipe de Orleans.

De nombre completo Fernando Felipe Luis Carlos Enrique José
de Orleans nació en Palermo en 1810. Siendo hijo primogénito de Luis Felipe I,
Rey delos franceses (1830-1848), estaba destinado a ser rey, pero la desgracia
le apartó de esa misión. Su nombre Fernando, inédito en la realeza francesa, le
fue impuesto por su abuelo materno, Fernando I Rey de las Dos Sicilias.

Para 1830 cuando estalló la Revolución de julio formaba parte del ejército y con el comienzo de la revuelta se puso del lado de los sublevados parisinos. Cuando su padre fue elegido por las Cámaras francesas para ser rey, el primero y único de Francia de la Dinastía Orleans, él se convirtió en Príncipe Real.

Intervino en política de manera infructuosa junto a su padre, pero donde de verdad se desenvolvió bien fue entre el Pueblo, donde era muy popular por las demostraciones de valía
en la guerra en Argelia. Se distinguió por querer mejorar la moral y las
condiciones de los soldados. Pero sobretodo se le admiró por la demostración de
coraje y generosidad en la epidemia de cólera de 1832 cuando condujo a los más
enfermos a un hotel de París sin preocuparse por el peligro que corría de
contagio.

Era generoso y preocupado por los más necesitados y una
esperanza para la oposición al régimen de su padre. Pero su muerte en un
accidente de carruaje en 1842 truncó su suerte y con ella la de la salvación de
una monarquía francesa debilitada en los años 40 que caería con la Revolución
de 1848. De haber vivido en esa fecha hubiera tal vez podido sobrevivir la
monarquía en Francia por la popularidad del príncipe entre el Pueblo, pero eso
es historia ficción y lógicamente es imposible de saber.

Fernado era bisabuelo de nuestro actual monarca Juan Carlos I.

2 comentarios:

  1. Pasaba por aqui frecuentemente para ver si habia actualizaciones. Creo que hasta a el Pobre Rey de Corcega ya lo tenia aburrido, jeje.
    Me alegra que haya regresado. Un beso.

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    1. Hola Alma. Lo cierto es que mi ausencia ha sido larga, pero tocaba regresar. Me hace feliz poder leerte de nuevo. Un besos también para ti.

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