jueves, 1 de julio de 2010

Luces en el ocaso griego


Le tocó nacer en aquella época tan conflictiva posterior a la muerte del gran Alejandro Magno, cuando los generales del mítico rey de Macedonia se repartían el imperio en continuas luchas. Era en realidad pariente por parte materna de Alejandro (su padre y la madre de Alejandro eran primos), de hecho se piensa que en su juventud tomó de él su referente moral. Era asimismo descendiente del mítico héroe griego Aquiles, según consideraban sus antepasados familiares. Su nombre era Pirro (en griego rubio o pelirrojo).
Pirro (318-272 a.C.) fue rey de Épiro (307-302 a.C. y 297-272 a.C.). También ostentó la corona de Macedonia brevemente en dos ocasiones. Su padre era Eácides, rey de Épiro. Las ambiciones de Pirro eran dominar toda Grecia, el sur de Italia y Cartago, pero finalmente sólo pudo ser rey de manera efectiva sobre Épiro durante unos treinta años. Poseía la condición del valor en lo que se asemejaba bastante a su pariente Alejandro, y como él sabía ser indulgente y generoso con los vencidos lo que le valió en ocasiones tener el favor de las poblaciones conquistadas. Sin duda fue la falta de consistencia y perseverancia política lo que le falló en su sueño conquistador.
Unos de sus grandes logros fue poner en jaque a la República romana, el único rey de Grecia en hacerlo, eso si a cambio de nada, porque tuvo que retirarse sin conseguir ningún beneficio territorial. A Pirro se le debe el término victoria pírrica en referencia a cuando un triunfador consigue un éxito a costa de importantes daños. En la batalla de Asculum, en territorio italiano, Pirro perdió a unos 3.500 hombres y el enemigo en torno a 6.000. Respondiendo a las felicitaciones por haber vencido a los romanos, Pirro afirmó: “! Otra victoria como ésta y estaré vencido ¡”.
Su muerte fue enormemente injusta para un guerrero de su talla. Su adiós a la vida ocurrió en Argos cuando la madre de un soldado contra el que combatía Pirro, por evitar el peligro a su hijo, le lanzó al rey de Épiro una pesada teja que le hizo caer del caballo. Una vez en el suelo fue asesinado y decapitado.
Fue el mayor guerrero y unos de los mejores príncipes de su época. Posiblemente el único esplendor en la Grecia post-Alejandro Magno. A su muerte le sucedió su segundo hijo varón Alejandro. Su primogénito Ptolomeo murió en las luchas de Pirro contra los espartanos, el mismo Pirro mató con sus propias manos al líder del destacamento espartano que dio muerte a su hijo.



CURIOSIDADES DE LA HISTORIA
Juan Carlos I, Rey de Jerusalén
Aunque el Reino de Jerusalén desapareció en 1291, el título siguió utilizándose por diferentes casas reales europeas que lo pretendían, entre ellas la Casa de Borbón española que le viene heredado por la dominación que tuvo España sobre el Reino de Nápoles, reino al que se le vinculaba dicho título desde los últimos tiempos del que fuera reino cristiano de Oriente Próximo. El rey es oficialmente Rey de Jerusalén aunque evidentemente el título es meramente honorífico.
El “rey” de los 29 nombres
Jaime de Borbón y Borbón-Parma (1870-1931), pretendiente al trono español de la rama carlista, fue bautizado por sus padres con 29 nombres. Entre esos nombres algunos tan peculiares como Sansón, Hermenegildo y Recadero.
Autopistas portuguesas
Portugal fue uno de los primeros países del mundo en tener una autopista abriéndola en 1944, uniendo Lisboa con el Estadio Nacional, en lo que sería en el futuro la autovía Lisboa-Cascais (ahora A5).

1 comentario:

  1. Lo de Pirro no lo conocía, y la verdad es que me ha sorprendido. Desde hace años tengo pendiente la lectura de Alexandros (de Valerio Massimo Manfredi), al que tengo una gran admiración. Creo que será mi lectura de este verano, y si encuentro algo de Pirro, desde luego que se unirá a mis conocimientos.

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