jueves, 12 de agosto de 2010

El tiempo de la ignominia


En una actualización reciente (La Gran Redada) señalaba la gran carencia que España ha tenido de buenos gobernantes a lo largo de su historia. Sería difícil localizar la ignominia más grande realizada por un rey o jefe de gobierno en territorio nacional, y es que han sido muchas y muy grandes algunas. España en la Edad Moderna lo tenía todo para ser y seguir siendo la potencia más grande del Mundo, pero las negligencias de la mayoría de reyes echaron a perder lo que tanto podría haber sido España.

El definitivo desplome español comenzó a ocurrir a partir del reinado de Carlos IV (1788-1808), aunque ya se arrastraba desde el siglo XVII. La “gran obra” de Carlos IV y su hijo Fernando VII fue acabar con el prestigio de potencia europea que aún conservaba España a duras penas, eso sí. Y es en este tiempo de Carlos IV cuando podemos encontrar una de esas grandes negligencias, ignominias o llámese como se quiera.

En 1763, bajo el reinado de Carlos III, España aliada de Francia en la Guerra de los Siete Años contra el Reino Unido es una de las derrotadas en esa guerra. La consecuente derrota le trae alguna pérdida territorial a España de pequeña consideración, sin embargo consigue una gran adquisición: Francia, su aliada, le cede el Territorio de Luisiana en el actual EE.UU. Los franceses eran conscientes que tras perder en la guerra sus territorios en Canadá difícilmente iban a poder defender en el futuro lo que les quedaba en América del Norte. España, sin embargo, estaba aun muy presente en el continente americano.

La gran ignominia con Luisiana la traería el hijo de Carlos III, Carlos IV, a principios del siglo XIX. El territorio de Luisiana abarcaba una extensión que suponía una cuarta parte del actual EE.UU. Se extendía desde el Golfo de México hasta la frontera con Canadá. En 1801 Carlos IV cedió ese extenso territorio a Napoleón a cambio de la creación en la región de Toscana de un nuevo reino llamado Reino de Etruria que le sería asignado a Luis de Borbón-Parma (yerno del rey, casado con la infanta María Luisa). Napoleón se hizo cargo de que Luis tomará posesión de un reino que tuvo una muy corta duración por culpa del mismo Emperador que lo abolió en 1807.
El deseo “oculto” de Carlos IV era que su hija y su yerno tuvieran un reino para ellos, sin importar el hecho de que ni siquiera ese reino pertenecería a España. Dos años después de la cesión de Luisiana a Francia, Napoleón vendió Luisiana a EE.UU. quien hacía con esa compra, sin duda, el mejor negocio de su historia.

Así acontece una de las grandes equivocaciones cometidas por monarcas españoles: un mundo (Luisiana) a cambio de nada (Etruria). Claro está que eso no sería nada ante la más grande de las ignominias, representada en las abdicaciones de Bayona de Carlos IV y su hijo a favor de Napoleón. Fue en aquel tiempo cuando España empezó a ser tratada como una potencia de segundo orden, y así hasta nuestros días porque de esa herida aun este país no se ha recuperado, aunque esa herida sea imperceptible en el pensamiento y en la memoria colectica del pueblo español.

CURIOSIDADES DE LA HISTORIA

-La bandera de Córcega es blanca con la llamada “Cabeza Mora” en el centro, símbolo heredado de la presencia aragonesa en la isla francesa durante ciertos periodos de los siglos XIV y XV. La “Cabeza Mora” pertenecía a la simbología de la Reconquista española.

-El nombre de Luisiana fue puesto en honor al rey francés Luis XIV en 1682 por René Robert Cavalier de la Salle.

-El francés es actualmente la segunda lengua del Estado de Luisiana aunque sólo la habla el 5% de la población.
Foto: Calle de Nueva Orleans

3 comentarios:

  1. Como siempre, muy interesante.

    Saludos.

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  2. :) Me ha gustado mucho este post

    Aprovechando que estás en esa época (1808), hay hechos muy interesantes para ser investigados. Te los propongo, por si te interesan y quieres mostrarnos tus conclusiones.

    Uno de ellos podría ser el motín de Aranjuez y la relación que tiene con el 2 de Mayo en Madrid.

    Otro (y este te va gustar como reto), es conocer quién fue realmente el protagonista de la voz de alarma de que el 2 de Mayo nos invadían los franceses. La historia oficial cuenta que fue el alcalde de Móstoles, pero me temo que en realidad fue Juan Pérez Villaamil. Ahí queda eso.

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  3. Uy, leyendo el comentario de Rafael, y con todo respeto, me da que no tengo nada que hacer por aqui, jaja.
    Estoy entre dos chicos muy bien informados y preparados, me quedare a ver si se me pega algo.

    Besitos.

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