martes, 17 de agosto de 2010

Los presidentes de julio


Como podréis comprobar los que me seguís la mayoría de mis actualizaciones tratan sobre temas relacionados con la política de los monarcas españoles y extranjeros. Tiene su lógica si se piensa que fueron monarcas y no presidentes de repúblicas los que mayoritariamente gobernaron en España y Europa en el pasado, pero eso no es excusa para que no varíe la temática alguna que otra vez y también hable de políticos republicanos. Y en esas estoy hoy, y que mejor que mirar las entrañas políticas de nuestro país, y por tanto, si de república se trata parece obligado hablar del tiempo de la II República Española.

Fueron tres los presidentes de gobierno que tuvo la República española durante el fatídico mes de julio de 1936. Si se piensa en el tiempo en el que hoy en día un presidente ejerce como tal no deja de ser paradójico. El deber que tenían era en primer lugar evitar la guerra, y en segundo, si eso no se conseguía, administrar de la manera más aceptable posible la crisis que supuso el comienzo de la contienda civil. En ninguno de sus deberes frente a la guerra tuvieron éxito.

Casares Quiroga fue el primero, a él le toco ser el presidente vigente el día del levantamiento del 17 de julio. Nació en La Coruña en 1884. Santiago Casares era un convencido republicano gallego que unió su partido (Partido Republicano Gallego) a la Izquierda Republicana de Manuel Azaña en 1932. Fue Ministro de Gobernación durante el primer Gobierno Azaña (1931-1933), quien era amigo personal suyo. Cuando Azaña llegó a ser presidente de la República (mayo de 1936) Casares fue nombrado Presidente del Gobierno (el título oficial era Presidente del Consejo de Ministros). El 18 de julio incapaz de hacer frente a la sublevación dimitió y fue sustituido por Martínez Barrio.

Martínez Barrio nacido en Sevilla en 1883 era de origen muy humilde, hijo de un albañil y de una vendedora de mercado, pero llegó a serlo todo como político. Ya de muy joven se afilió a los radicales de Alejandro Lerroux y en 1908 se une a la masonería sevillana donde tuvo un destacado papel. En abril de 1931 cuando se proclama la república se encuentra exiliado en Francia. Al cruzar la frontera en tren junto con otros republicanos como Indalecio Prieto son recibidos de manera entusiasta por el pueblo que se agolpaba en las estaciones de ferrocarril teniendo incluso que pararse en ocasiones el tren para satisfacer a los presentes.

A su llegada a Madrid es nombrado Ministro de Comunicaciones del Gobierno provisional de la República. En octubre de 1933 es nombrado Presidente del Gobierno con el objetivo de organizar las elecciones, ya que se trataba de una persona respetada por todo el arco parlamentario. Tras las elecciones en diciembre deja de ser presidente para pasar a ser Ministro de la Gobernación con el Gobierno de Lerroux, pero pronto dejó su cargo por su disconformidad con el pacto de gobernabilidad de los radicales con la derecha. Poco después se integraría en Unión Republicana uno de los partidos que se unirían al Frente Popular en las elecciones de 1936.

Tras las elecciones es nombrado Presidente de las Cortes y ejerce de manera interina durante un mes como Presidente de la República al ser destituido Alcalá Zamora. Se convertía así en un político único, que llegó a ser Presidente del Gobierno (1933), Presidente de las Cortes (1936) y Presidente de la República (1936). El 19 de julio, tras la dimisión de Casares, el Presidente Azaña le encarga formar un gobierno que evite la guerra –sin duda era la persona más indicada-, y durante sólo un día como presidente (el mandato más corto en la historia de España) eso fue lo que de manera frenética intentó, hablando con los diferentes jefes militares consiguió atraerse a algunos, pero el general Mola se opuso a cualquier acercamiento. Tras comprobar lo inevitable de la guerra dimitió el día 20, nombrando Azaña nuevo presidente a José Giral. Volvería a ostentar la primera magistratura del Estado nueve años después, esta vez fuera ya de España, siendo Presidente de la República en el exilio, de 1945 hasta su muerte en 1962.

José Giral nació y murió en el continente americano. Nacido en Cuba en 1879 le toco fallecer en México en 1962 siendo víctima de un exilio forzoso. Estudió química y farmacia en Madrid y ganó en 1905 la cátedra de química orgánica en la Universidad de Salamanca. Fue el fundador, junto con Manuel Azaña, de Acción Republicana. Ocupó la cartera de Marina en el Gobierno Azaña (1931-1933). En julio de 1936 Azaña le encarga formar gobierno tras la dimisión de Martínez Barrio. Su gobierno se alargaría hasta septiembre de 1936 cuando el avance del Ejército de Marruecos hacia Madrid le obligó a entregar el poder, que pasaría a Largo Caballero.
Después de su mandato continuó siendo ministro en los gobiernos de Largo Caballero y Juan Negrín. Entre 1945 y 1947 volvería a ser Presidente del Gobierno de la República en el exilio, ejerciendo la docencia en la capital de México.

La guerra que no supo prevenir Casares, que no pudo evitar Martínez Barrio, y que no pudo controlar y ganar Giral se alargaría durante tres angustiosos años. Un tiempo aquel en que nuestros abuelos fueron obligados a coger las armas y dejar en casa a mujer y también a hijos aquellos que los tenían. No puedo dejar de acordarme en este post de mis dos abuelos, Antonio y Manuel, que tuvieron que vivir la guerra en primera persona. A ellos en especial y a todos los que, viéndose en esa obligación, lucharon en uno u otro bando vaya mi humilde reconocimiento histórico.

3 comentarios:

  1. Sigues sorprendiendome...

    Un afectuoso saludo.

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  2. Por cierto, entre los comentarios de Rafa y tus post, haran de mi una mujer culta.

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  3. Esta etapa me parece muy enreversada. Nunca supe exactamente por qué se produjo la guerra civil (nunca entenderé el por qué de cualquier guerra). Todo lo que he leído se centraba en dar datos de personas y a algún hecho personal, pero no de hechos generales que me ayuden a entender el escenario. Un post instructivo me ayudaría a entenderlo mejor.

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